NOTICIA
Atención en salud basada en valor:
Atención en salud basada en valor:
Atención en salud basada en valor
La atención médica basada en el valor es un modelo de prestación de atención médica en el que los proveedores, incluidos los hospitales y los médicos, reciben un pago en función de los resultados de salud de los pacientes. El enfoque de la Medicina Basada en Valor supone un cambio de paradigma en la medicina y los cuidados de la salud, donde la parte más relevante se convierte en el valor que experimentan los pacientes. Esta propuesta, surgida del padre de la planificación estratégica Michael Porter en su icónico paper del año 2010 después de estudiar el comportamiento de las fuerzas que modelan el sector salud, propone medir el valor de la atención sanitaria como el resultado obtenido en los pacientes dividido por el costo de la atención prestada.
Parece evidente que medir el valor que producimos en salud es lo más relevante, no el número de atenciones, pruebas o la calidad del proceso; estos se deben seguir midiendo pero no deben ser la principal preocupación, sino medios para llegar al fin de ganar salud. Al definir Valor como el resultado en salud que somos capaces de conseguir a un determinado costo, estamos incluyendo en la definición el concepto de costo/efectividad. Es fundamental ligar valor a costos, porque en escenarios economicistas se puede tener la tentación de reducir costos sin tener en cuenta el resultado en salud. Ahorros temporales pueden convertirse en mayores costos en el futuro inmediato si no somos resolutivos y mejoramos los resultados de los procesos asistenciales.
Se prevé que la asistencia a la salud del futuro, que incluye medicina, cuidados, promoción y prevención, va a cambiar a corto y medio plazo, debido a los avances tecnológicos y a la necesidad de mantener los costos bajo control.
Los resultados en salud se pueden medir con indicadores que no han sido utilizados por los proveedores de asistencia sanitaria habitualmente. Ciertamente medir salud ha sido una herramienta usada más en los ámbitos de la salud pública, pero con limitaciones, ya que tradicionalmente se sabe que la salud depende en poca proporción del sistema de cuidados en salud y en más medida de los hábitos de vida, el medio ambiente, la situación socioeconómica, la educación, la genética, la seguridad vial y otros muchos factores sociales y ambientales. Las medidas de calidad de vida son las que más se han usado. Estas mediciones e indicadores, como los Qualys, son muy distintos de los habitualmente usados para medir la eficacia y eficiencia de los servicios de salud, que suelen ser indicadores de producción que miden cuantitativamente procesos y no resultados (por ejemplo, estancia media, tasa de reingresos, tiempos de accesibilidad, prescripción de genéricos, coste por proceso…).
En este sentido, la investigación en metodología para evaluar y cuantificar los resultados en salud es clave y será una pieza fundamental para evaluar los servicios de salud.
Más información en: https://www.fundacionsigno.com/blog.php?pid=48&p=
La atención médica basada en el valor es un modelo de prestación de atención médica en el que los proveedores, incluidos los hospitales y los médicos, reciben un pago en función de los resultados de salud de los pacientes. El enfoque de la Medicina Basada en Valor supone un cambio de paradigma en la medicina y los cuidados de la salud, donde la parte más relevante se convierte en el valor que experimentan los pacientes. Esta propuesta, surgida del padre de la planificación estratégica Michael Porter en su icónico paper del año 2010 después de estudiar el comportamiento de las fuerzas que modelan el sector salud, propone medir el valor de la atención sanitaria como el resultado obtenido en los pacientes dividido por el costo de la atención prestada.
Parece evidente que medir el valor que producimos en salud es lo más relevante, no el número de atenciones, pruebas o la calidad del proceso; estos se deben seguir midiendo pero no deben ser la principal preocupación, sino medios para llegar al fin de ganar salud. Al definir Valor como el resultado en salud que somos capaces de conseguir a un determinado costo, estamos incluyendo en la definición el concepto de costo/efectividad. Es fundamental ligar valor a costos, porque en escenarios economicistas se puede tener la tentación de reducir costos sin tener en cuenta el resultado en salud. Ahorros temporales pueden convertirse en mayores costos en el futuro inmediato si no somos resolutivos y mejoramos los resultados de los procesos asistenciales.
Se prevé que la asistencia a la salud del futuro, que incluye medicina, cuidados, promoción y prevención, va a cambiar a corto y medio plazo, debido a los avances tecnológicos y a la necesidad de mantener los costos bajo control.
Los resultados en salud se pueden medir con indicadores que no han sido utilizados por los proveedores de asistencia sanitaria habitualmente. Ciertamente medir salud ha sido una herramienta usada más en los ámbitos de la salud pública, pero con limitaciones, ya que tradicionalmente se sabe que la salud depende en poca proporción del sistema de cuidados en salud y en más medida de los hábitos de vida, el medio ambiente, la situación socioeconómica, la educación, la genética, la seguridad vial y otros muchos factores sociales y ambientales. Las medidas de calidad de vida son las que más se han usado. Estas mediciones e indicadores, como los Qualys, son muy distintos de los habitualmente usados para medir la eficacia y eficiencia de los servicios de salud, que suelen ser indicadores de producción que miden cuantitativamente procesos y no resultados (por ejemplo, estancia media, tasa de reingresos, tiempos de accesibilidad, prescripción de genéricos, coste por proceso…).
En este sentido, la investigación en metodología para evaluar y cuantificar los resultados en salud es clave y será una pieza fundamental para evaluar los servicios de salud.
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